Los hidratos de carbono son un macronutriente importante y controvertido. En todas partes se promocionan las dietas bajas en hidratos de carbono como una forma de perder peso y combatir la inflamación. Los hidratos de carbono no son malos. Brindan al cuerpo glucosa, que el cuerpo la convierte en energía. De hecho, los hidratos de carbono son la fuente de energía preferida del cerebro.
Los diabéticos deben tomar decisiones prudentes e informadas en lo que respecta a los hidratos de carbono, puesto que afectan a los niveles de azúcar en sangre. Deben continuar incorporando hidratos de carbono a su dieta, pero también deben llevar un registro de la cantidad que consumen en cada comida.
En los pacientes con diabetes de tipo II, el organismo no puede generar suficiente cantidad de una hormona denominada insulina, que transforma los carbohidratos en energía utilizable. Esto provoca que el nivel de azúcar en sangre baje demasiado, lo que se conoce como hipoglucemia, o suba demasiado.
Otra afección, la resistencia a la insulina, también puede hacer que sea muy importante controlar los hidratos de carbono. La resistencia a la insulina tiene lugar cuando las células del organismo dejan de responder correctamente a la insulina presente en la sangre. Esto provoca un nivel elevado de azúcar en sangre, que puede causar enfermedades cardiacas, daños renales y oculares y un aumento de peso. Si no se trata, la resistencia a la insulina puede convertirse en diabetes de tipo II.
Recibir un diagnóstico de diabetes o de resistencia a la insulina puede resultar desestabilizador, pero es posible retomar el control con una ciencia dietética que puede aplicarse a diario.
En este vídeo, enseño a preparar un delicioso pan focaccia casero con ingredientes saludables que contribuyen a estabilizar el azúcar en sangre. También enseño a calcular la cantidad adecuada de hidratos de carbono que una persona con diabetes tipo II debe tomar en cada comida.
La raza humana lleva miles de años haciendo pan, e incluso un diagnóstico grave no supone necesariamente que se tenga que abandonar uno de los alimentos más populares del mundo. En el vídeo se muestra cómo he convertido la típica barra de pan en una focaccia rica en nutrientes.
- Añadir verduras bajas en almidón cortadas en rodajas. Estas verduras están llenas de fibra, lo que se traduce en un menor impacto en tus niveles de azúcar en sangre.
- Espolvorear con pipas de calabaza. Las pipas de calabaza también contienen fibra, así como grasas saludables.
Hornear la barra de pan perfecta tiene mucho que ver con comer sano. El éxito es el resultado de una serie de pequeños pasos, y unas mediciones precisas pueden ayudarte a tomar las decisiones adecuadas durante el proceso. Se tarda tiempo en apreciar los resultados, pero estos hacen que el esfuerzo valga la pena.
