El café y la controversia van de la mano. Parece que todos los días hay un nuevo estudio que afirma que el café ayuda a vivir más o que se debe dejar la cafeína para estar sano. Los consejos son contradictorios, así que hoy voy a contar la verdad con base científica sobre una de las bebidas más populares del mundo.
El café es una excelente fuente de antioxidantes, unos compuestos que se sabe que disminuyen el riesgo de padecer cáncer.
El café se ha convertido en un elemento fundamental de la dieta estadounidense, ya que constituye una importante fuente de antioxidantes. De hecho, desde 2015, el consumo global de café ha aumentado un 5 % en Estados Unidos; 7 de cada 10 estadounidenses beben café cada semana y el 62 % lo hace todos los días. Aunque algunos primeros estudios sugieren que el consumo de cafeína podría aumentar el riesgo de padecer cáncer, estudios más recientes han descubierto que la cafeína no tiene ningún efecto o tiene un efecto positivo sobre el riesgo de desarrollar cáncer.
Los antioxidantes son beneficiosos, pero no son el único componente del café. El café también aporta pequeñas cantidades de vitamina B2, magnesio, potasio y niacina. La bebida también es famosa por contener cafeína, que estimula el sistema nervioso.
Los estudios realizados han demostrado que la cafeína protege contra algunos tipos de cáncer a quienes beben entre 4 y 6 tazas de café al día. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDS, por sus siglas en inglés), 400 miligramos de cafeína, la cantidad que contienen cuatro tazas de café, es la cantidad más segura para consumir a diario. Consumir más puede provocar dificultades para dormir y un mayor riesgo de sufrir migrañas. Además, las cremas y los azúcares aportan grasas y calorías añadidas, lo que aumenta las probabilidades de ganar peso y de padecer ciertos tipos de enfermedades crónicas, como el cáncer.
Para reducir el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer, no fumes, sigue una dieta sana que incluya mucha fruta y verdura, practica ejercicio físico con regularidad (por ejemplo, trata de dar 10 000 pasos al día) y consume cafeína con moderación. Al fin y al cabo, ¡cuatro tazas es mucho!

También es importante el momento en que se consume la cafeína. Normalmente, el nivel de una hormona llamada cortisol, que interviene en el estrés y el metabolismo, es más alto por la mañana. Cuando los niveles de cortisol son demasiado altos, la cafeína puede tener un efecto perjudicial en nuestro organismo. En lugar de proporcionar un impulso de energía para completar las propiedades naturales de la hormona, tomar café cuando la producción de cortisol ya es elevada puede llevarnos a desarrollar tolerancia con el tiempo. El resultado es que es posible que ya no recibamos ninguna energía adicional al consumirlo y, en su lugar, dependamos únicamente de este estimulante artificial para nuestra dosis diaria de alerta.
Los innovadores del café han creado nuevos productos con beneficios adicionales para la salud. El que está más de moda ahora es el café de hongos. Como su nombre indica, estas mezclas contienen hongos en polvo mezclados con posos de café, que dan lugar a una bebida que sabe como una versión ligeramente anterior del café normal.
Muchas marcas de café de hongos, como Ryze y Four Sigmatic, destacan que sus mezclas contienen compuestos llamados adaptógenos. Los adaptógenos reciben este nombre porque se adaptan a las necesidades del organismo y ayudan a mantener el equilibrio de los procesos biológicos. Los adaptógenos son especialmente útiles para controlar el impacto físico del estrés. Cleveland Clinic explica: "Si sufres estrés (tienes el cortisol elevado), un adaptógeno responderá reduciendo los niveles de cortisol. Si experimentas fatiga crónica con niveles bajos de cortisol, un adaptógeno aumentará el nivel de cortisol en tu cuerpo".
Las bebidas de café adaptógenas son una gran alternativa para ayudarnos a disfrutar de nuestro café matutino a la vez que nos aportan beneficios para aliviar el estrés. Los adaptógenos son potentes sustancias naturales que combaten el estrés y la ansiedad y proporcionan los efectos energéticos del café sin efectos secundarios negativos. Trabajan para mantener equilibrados los niveles de cortisol, lo que mejora el bienestar general al aportar armonía entre los estados emocional y físico.
Si el cuerpo está sometido a estrés debido a acontecimientos vitales o a una enfermedad crónica, el café de hongos puede ser beneficioso por sus adaptógenos y sus niveles más bajos de cafeína. En general, no es necesario hacer un gran desembolso para preparar una bebida saludable para desayunar.
La clave de un café saludable no es siempre lo que contiene, sino lo que no contiene. La taza de café más sana es la de café solo, sin crema ni azúcar añadidos. Si buscas algo un poco más dulce, mira este vídeo para ver cómo preparo en casa chocolate caliente y un Pink Drink inspirados en Starbucks.
Si lo que se quiere es suprimir por completo la cafeína sin dejar de disfrutar de una taza de desayuno caliente, recomiendo el capomo. El capomo sabe y huele como el café, pero no contiene cafeína. El capomo se elabora a partir de la nuez maya, originaria de América Central. Al igual que el café, es rico en antioxidantes. También contiene aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas. Se puede preparar una taza de capomo exactamente igual que se prepara un café, en una cafetera de filtro o en una cafetera francesa. Mi marca favorita de capomo es [brand name + link], porque [what makes it so good].
No es malo tomar café o sus sustitutos, siempre que se vigile el consumo de azúcar y se tome cafeína con moderación. Aconsejo que se pruebe mi chocolate caliente más saludable o una alternativa al café, ¡a ver qué te parece!